¿En qué piensas cuando escuchas el término tantra? Probablemente con bastante rapidez para masajes eróticos y horas de hacer el amor. El tantra es mucho más. Los tántricos están en un camino de autoconciencia: utilizan ciertas técnicas y rituales para fusionarse con el universo o una realidad superior.
Qué es el Tantra: definición
Aunque el tantra tiene su origen en el budismo y el hinduismo, no es una religión: con el tiempo, el tantra se ha alejado mucho de las enseñanzas originales y de otros movimientos budistas. Muchas personas que practican tantra ni siquiera se consideran particularmente espirituales.
El término “filosofía” ciertamente se acerca más al tantra. Pero dado que tus propias experiencias son más importantes que la teoría de los libros, lo más probable es que el tantra sea un camino o una forma de vida. Los tántricos están convencidos de que algunas experiencias no se pueden enseñar sino que se deben sentir. Las ideas del tantra se implementan de forma muy práctica y, sobre todo, se practican con regularidad.
Poco a poco va ganando terreno la comprensión de que el tantra es más que sexo: el Tantra y el Tantra Yoga están experimentando un poco de revuelo en estos momentos. Vivir de una manera más tántrica también funciona a pequeña escala: por ejemplo, practicando menos la evaluación de uno mismo y de determinadas situaciones. Eres parte de un todo más grande y estás bien tal como eres. Si interiorizas esto, es posible que veas las cosas un poco más relajadas y te agrades un poco más.
Qué es el Tantra: budismo e hinduismo
Cuando se trata de conceptos que a menudo se malinterpretan, el tantra ciertamente está a la vanguardia. La mayoría de la gente sólo tiene una vaga idea de lo que significa: cuando piensan en tantra, muchas personas inmediatamente piensan en sexo y masajes genitales. Si bien es cierto que el placer físico puede influir, reducir el tantra a eso no le haría justicia.
En realidad, no es tan fácil de explicar qué es exactamente el tantra. Aunque los límites son ciertamente borrosos, el tantra no es una filosofía o religión en el sentido más estricto. Existen numerosos mitos y teorías sobre las raíces exactas del tantra. Es probable que el tantra actual se haya desarrollado a partir de varios movimientos budistas e hindúes. Los primeros registros y rituales se remontan al siglo II d.C.
El experto en tantra Prem Sambhavo, explica que, similar al yoga, el tantra es un tipo de camino o actitud ante la vida. Las personas que practican tantra quieren utilizar ciertas técnicas para abrir espacios de experiencia y comprender contextos más amplios. El tantra es menos una teoría que una experiencia real. La disciplina es la mitad de la batalla: sólo la práctica regular conduce a la meta.
El significado de la palabra “Tantra”
El término tantra proviene del sánscrito, la antigua lengua sagrada de la India. Existen diferentes variantes de traducción: tantra se traduce con contexto, textura o texto así como con continuidad. Si separas la palabra en sus sílabas, tan-tra significa algo así como “algo que promueve la expansión o expansión”.
El término en sí deja mucho margen para diferentes interpretaciones. El tantra suele verse como un instrumento o camino. Los ejercicios tienen como objetivo expandir la conciencia, disolver las fronteras entre el mundo físico y el sutil y conducir a la liberación.
Samadhi y el no dualismo
En nuestra sociedad individualista, puede resultar difícil verse a uno mismo como parte de un todo mayor. Estamos tan ocupados con nuestros problemas mundanos que cualquier cosa espiritual o sutil nos parece muy abstracta. La práctica regular de rituales tántricos tiene como objetivo hacer que las personas se sientan nuevamente una con el universo y la creación. Este es el objetivo del tantra: los practicantes quieren encontrar la plenitud absoluta (Samadhi), superar los miedos, el dolor y los anhelos y sentir una profunda paz interior.
En el tantra existen Shiva y Shakti como encarnaciones clásicas de la energía femenina y masculina. Sin embargo, los tántricos creen que cada persona tiene ambos poderes en su interior. Shiva y Shakti son sólo aparentes opuestos, pero dos aspectos de la misma cosa: es decir, la conciencia universal. A diferencia de la mayoría de las otras enseñanzas espirituales, en el tantra no hay nada que sea bueno o malo o definido como blanco o negro.
En este contexto también se habla de no dualismo. Los tántricos creen que todo en el universo tiene un origen común y, en última instancia, forma una unidad. Todo lo que existe se considera una manifestación de lo divino y se acepta tal como es. Los tántricos dicen adiós a los conceptos morales comunes. Confían en que sus propias experiencias y vivencias son los mejores maestros en el camino hacia la iluminación.
Tantra, energía y karma
Sin embargo, las enseñanzas tántricas se basan en los enfoques del budismo y el hinduismo. Por ejemplo, los tántricos creen que nos reencarnamos varias veces. Al activar la energía, se dice que un individuo puede alcanzar la iluminación y romper el ciclo de renacimiento. Un desafío en el camino forma nuestro karma, una especie de fuerza o cualidad ética.
Puedes pensar en el karma como una especie de equipaje que llevamos con nosotros durante toda nuestra vida. Contrariamente a la interpretación común, no se trata de que todos nuestros errores se retribuyan en algún momento. Más bien, karma significa las huellas que nuestro comportamiento anterior deja en nosotros mismos. El miedo, la vergüenza o el arrepentimiento pueden bloquearnos en nuestro camino hacia la iluminación, incluso sin que el universo nos haga tropezar furtivamente.
La energía que yace latente en nuestro cuerpo se llama Kundalini. Al igual que el kundalini yoga, el tantra utiliza los centros de energía del cuerpo (chakras) para activar, dirigir y utilizar específicamente la «serpiente» metafórica. La energía kundalini debe despertarse mediante ejercicios físicos y mentales y dirigirse desde el chakra raíz hasta el chakra coronario. Estos rituales tántricos tienen como objetivo permitirnos alcanzar el estado de samadhi en nuestra forma humana.
Tantra y sexualidad
El tantra tiene que ver con la energía: la energía sexual se considera la fuerza humana más poderosa. En el tantra, la sexualidad es, por tanto, un método de autoconciencia y también un acto sagrado de unión como símbolo de la unidad universal. Esto demuestra una vez más que la moral social tradicional no juega ningún papel en el tantra.
Los rituales tántricos sexuales se clasifican como tantra rojo, una subcategoría del tantra. Pero a los tántricos no les interesa satisfacer deseos y experimentar orgasmos múltiples: al liberar y dirigir las fuerzas sexuales, quieren tener experiencias espirituales y alcanzar nuevos niveles de conciencia.
En lugar de liberarla durante un orgasmo, muchos tántricos practican agrupar la energía reprimida y usarla como fuente de fuerza. Por eso el sexo tántrico puede durar mucho tiempo y las posiciones individuales pueden mantenerse durante horas. Las parejas dejan atrás las exigencias de desempeño y satisfacción rápida y se concentran conscientemente en las fuerzas que surgen durante el acto sexual.
Tantra en tu vida diaria
Quizás algunos de los enfoques y métodos del tantra te resulten un poco sospechosos o demasiado radicales. Pero si logras involucrarte en este enfoque, que nos es ajeno, el tantra puede ayudarte a vivir una vida más feliz. A través de la completa aceptación de todo lo que es, muchos tántricos experimentan una nueva sensación de libertad y una mejor conexión con ellos mismos.
No hay emociones ni pensamientos negativos en el tantra. Todo es un mensaje, todo tiene su lugar. En el tantra, cada persona es considerada una versión pequeña del universo: Dios es hombre y el hombre es Dios. Según las enseñanzas tántricas, lo divino, la creación, la verdad superior, se encuentra en todas las cosas, grandes y pequeñas.
No es necesario ser espiritual ni religioso para practicar el tantra. En cierto modo, muchos métodos tántricos son similares a otras prácticas de atención plena. Por ejemplo, puedes intentar ser un poco más indulgente contigo mismo en la vida cotidiana y prestar más atención a los pequeños momentos. En tantra, la sensualidad va mucho más allá de la sexualidad: todo lo que haces en la vida cotidiana puede ser una experiencia sensual y darle más profundidad a tu vida.