Los beneficios de las legumbres para la salud

legumbres

Si estás buscando una forma de mejorar tu alimentación sin tener que gastar mucho dinero ni complicarte la vida, las legumbres pueden ser tu mejor aliado. A veces se nos olvida que hay alimentos básicos que siguen siendo igual de buenos que antes, y que no necesitas hacer grandes cambios para sentirte mejor por dentro y por fuera.

Las legumbres llevan siglos formando parte de la dieta de muchas culturas. En España, por ejemplo, no hay casa donde no se haya cocinado alguna vez un buen plato de lentejas, garbanzos o alubias. Pero más allá del sabor, lo cierto es que tienen muchísimos beneficios para tu salud. Son nutritivas, completas, fáciles de cocinar y, además, encajan en cualquier tipo de alimentación, incluso si eres vegano o estás intentando reducir el consumo de carne.

 

Son una fuente de energía natural

Uno de los principales beneficios de las legumbres es que te dan energía de forma sostenida. No se trata de un subidón rápido como el que puedes sentir después de tomar azúcar o café. Las legumbres tienen hidratos de carbono complejos, lo que significa que tu cuerpo los digiere poco a poco. Esto te ayuda a mantenerte con energía durante más tiempo sin sentir altibajos.

Además, no te van a disparar el nivel de azúcar en sangre, como pasa con otros alimentos procesados. Eso las convierte en una opción muy recomendable si estás intentando controlar tu peso o si tienes problemas como la diabetes.

 

Tienen muchísima fibra

La fibra es otro de los puntos fuertes de las legumbres. No solo te ayuda a tener una buena digestión, sino que también es fundamental para mantener el intestino en buen estado, evitar el estreñimiento y cuidar la flora intestinal.

Comer legumbres de forma regular también puede ayudarte a reducir el colesterol malo. Esto tiene un impacto directo en tu salud cardiovascular. Si llevas una dieta equilibrada y añades legumbres un par de veces por semana, puedes notar cómo te sientes más ligero, con mejor tránsito intestinal y más cómodo en tu día a día.

 

Proteínas de calidad, sobre todo si eres vegano

Si no comes carne o estás intentando reducirla, seguramente te preocupa conseguir suficiente proteína. Aquí es donde las legumbres se convierten en una solución muy práctica.

Tienen un contenido alto en proteínas vegetales. No contienen todos los aminoácidos esenciales por sí solas, pero si las combinas con cereales como el arroz, el cuscús o el pan integral, obtienes una proteína completa. Esto significa que puedes alimentarte bien y cubrir todas tus necesidades sin tener que recurrir a productos animales.

 

Explicado por quienes más saben

Desde Legumbres Astorga, una empresa especializada en todo tipo de legumbres y semillas donde  se puede comprar sésamo negro (muy de moda hoy) que recorre mercadillos y ferias por toda España ofreciendo productos de calidad, lo tienen claro: las legumbres son uno de los pilares de una dieta sana y equilibrada. Ellos trabajan con garbanzos, lentejas, alubias y muchas otras variedades, y cada vez que alguien se les acerca con dudas, lo explican así:

“Si eres vegano, no necesitas buscar proteínas artificiales. Las legumbres bien combinadas lo tienen todo. Sustituyen perfectamente a la carne en muchos platos, y lo hacen sin grasas saturadas, sin colesterol y con un montón de fibra. Puedes hacerte hamburguesas vegetales con garbanzos, estofados de lentejas, cremas de alubias… y sentirte saciado durante horas”.

Además, dicen que uno de los mayores errores que comete la gente es pensar que comer vegano es caro. “Con medio kilo de lentejas tienes para varios días. No necesitas suplementos ni alimentos rebuscados. Solo hay que saber cocinar y conocer lo que estás comiendo”.

En su tienda online también ofrecen ideas y recetas, por si no sabes por dónde empezar. Y si alguna vez te los cruzas en un mercadillo, no dudes en preguntar. Saben mucho más de lo que imaginas, y les encanta compartirlo.

 

Ayudan a mantener un peso saludable

Las legumbres son saciantes. Esto significa que, cuando las comes, te llenas rápido y no necesitas picar entre horas. Si estás intentando controlar tu peso o simplemente no quieres estar todo el día con hambre, te pueden venir muy bien.

Tienen muchas menos calorías de lo que parece. Al ser ricas en fibra y proteínas, tu cuerpo tarda más en digerirlas, y eso hace que te sientas satisfecho durante más tiempo. A diferencia de otros alimentos que te hacen sentir hambre enseguida, con las legumbres puedes pasar más horas sin necesidad de comer.

También te ayudan a mantener la masa muscular, sobre todo si las combinas con ejercicio físico. No hace falta que te mates en el gimnasio, pero sí que es interesante saber que lo que comes puede influir en cómo responde tu cuerpo.

 

Son buenas para el corazón

Todo lo que ayuda a reducir el colesterol y regular la presión arterial es bueno para el corazón. Las legumbres lo hacen gracias a su contenido en fibra, potasio y antioxidantes naturales. No tienen grasas dañinas y, al contrario que algunos embutidos o carnes procesadas, no van a cargarte las arterias.

Si en tu familia hay antecedentes de problemas cardiovasculares o simplemente quieres cuidar tu salud a largo plazo, incluir legumbres en tu dieta puede marcar la diferencia. Lo mejor es que puedes adaptarlas a cualquier tipo de cocina: guisos, ensaladas, cremas frías o calientes, y hasta recetas internacionales como el hummus o el dhal.

 

Económicas, accesibles y sostenibles

Además de todo lo anterior, hay algo que no se puede pasar por alto: las legumbres son baratas y muy fáciles de encontrar. Puedes comprarlas secas, en conserva, ecológicas o normales, a granel o envasadas. No hace falta que gastes una fortuna para comer sano.

Tampoco generan un impacto medioambiental tan fuerte como otros alimentos de origen animal. Requieren menos recursos para cultivarse, y eso las convierte en una opción más sostenible si estás intentando cuidar también del planeta. No necesitan tanta agua, no emiten gases contaminantes y ayudan a mantener la fertilidad del suelo. Si te preocupa lo que consumes y de dónde viene, las legumbres son una de las elecciones más responsables que puedes hacer, tanto para tu bolsillo como para el entorno.

 

Cómo introducirlas fácilmente en tu dieta

Si no estás acostumbrado a comer legumbres y te cuesta un poco, hay formas sencillas de empezar. No hace falta que te prepares un cocido completo. Puedes probar con platos más ligeros y rápidos, como:

  • Ensaladas de lentejas o garbanzos
  • Hummus casero
  • Tortitas de lentejas rojas
  • Crema de alubias blancas con un chorrito de aceite
  • Hamburguesas veganas hechas con garbanzos o alubias negras
  • Sopas ligeras con lentejas y verduras

Lo importante es que no te canses de ellas. Hay muchas maneras de cocinarlas, con diferentes especias, combinaciones y estilos. Puedes ir probando hasta encontrar la que más te guste.

 

No son solo para el invierno

Mucha gente piensa que las legumbres solo pegan cuando hace frío, pero eso no es cierto. En verano también puedes comerlas sin problema, y hay un montón de recetas frescas y fáciles que te pueden venir bien. Una ensalada con garbanzos, tomate, cebolla roja y pepino puede ser un plato perfecto para los días calurosos.

El truco está en cómo las prepares. Si las haces ligeras, con ingredientes frescos, son igual de buenas que cualquier otro plato veraniego. Y lo mejor es que te seguirán aportando todos los beneficios de siempre.

 

¿Hay que comerlas todos los días?

No es necesario que comas legumbres todos los días, pero sí que es recomendable incluirlas entre 2 y 4 veces por semana. Puedes alternar entre distintas variedades y preparaciones para no aburrirte. Hay muchísimas opciones: lentejas, garbanzos, alubias blancas, pintas, negras… cada una tiene su sabor y su textura, y puedes cocinarlas de forma diferente según el día.

Si tienes poco tiempo, puedes tirar de las que ya vienen cocidas en bote. Solo asegúrate de enjuagarlas bien antes de usarlas para quitar el exceso de sal o conservantes. Así te ahorras bastante tiempo sin renunciar a sus beneficios.

Y si tienes problemas digestivos, empieza poco a poco. A algunas personas les cuesta al principio por los gases, pero eso suele mejorar con el tiempo y con una buena cocción. También puedes añadir comino o laurel a los platos para que sean más digestivos. Evita combinarlas con otros alimentos muy pesados al principio, y verás que tu cuerpo se adapta sin problema. Incluso puedes empezar con purés o cremas suaves, que son más fáciles de digerir y no pierden propiedades. La clave está en no forzarte y escuchar a tu cuerpo.

 

Mucho más que un alimento de toda la vida

Las legumbres tienen muchas más propiedades de las que solemos tener en cuenta. Son una forma de cuidar tu salud sin complicarte. Te aportan energía, proteínas, fibra, ayudan a tu sistema digestivo, a tu corazón, y además son baratas y fáciles de conseguir.

Si eres vegano, son una parte fundamental de tu alimentación. Si no lo eres, también puedes beneficiarte de todo lo que ofrecen, simplemente incorporándolas más a menudo.

Tu cuerpo lo va a agradecer, y tu bolsillo también. Porque a veces, las mejores decisiones son las más simples.

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