¿Cuál es la mejor manera de evitar las roturas cuando hacemos una mudanza?

Si un hogar no satisface nuestras necesidades, no es un hogar. Debemos mantener esta frase en nuestra mente por los siglos de los siglos. Se trata del sitio en el que pasamos más horas a lo largo de la semana, de la pieza angular de nuestro proyecto de vida, nuestro refugio ante los grandes esfuerzos que requiere la rutina diaria. Por tanto, hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para hacer que nuestro hogar se corresponda con aquello que queremos porque, si no es así, tenemos motivos como para no ser lo suficientemente felices.

Hay mucha gente que se encuentra en una situación mejorable en este sentido, que no es feliz en su hogar porque se le queda pequeño, porque es bastante antiguo o porque no tenga incorporado un garaje con plaza propia de parking. Los motivos pueden ser muchísimos. El caso es que tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano para intentar que la casa o el piso en el que residamos sea lo más propicio de acuerdo a nuestros intereses. De eso va a depender ese proyecto de vida que queremos ver cumplido y que, desde luego, va a marcar todo lo que hacemos durante buena parte de nuestro tiempo.

Esto no es nuevo. Son muchas las personas que tradicionalmente no han sido felices ni han estado cómodas en su hogar. Sin embargo, muchas se han limitado a resistir con el paso del tiempo, si bien hubo un momento en el que esta mentalidad empezó a cambiar. Ese instante fue la pandemia. Con la llegada del teletrabajo, muchas de las prioridades de la gente han cambiado y, de acuerdo a lo que indica una noticia que fue publicada en la página web de Idealista, esto disparó las mudanzas un 39% en España. Esto y el confinamiento, en el que mucha gente empezó a ser consciente de los principales errores que tenía la vivienda en la que se encontraba justo en aquel momento.

En el portal web de Fotocasa, competencia directa del que hemos mencionado en el párrafo anterior, se comenta que no existe un modelo de vivienda ideal, pero que lo que sí podemos conocer es una serie de razones por las cuales queremos cambiar de casa. En esa misma noticia se comenta cuáles son esas razones:

  • El espacio es una de las razones por las que apostamos por el cambio, especialmente si se amplía la familia. Y es que el espacio está directamente relacionado con la comodidad.
  • La necesidad de teletrabajar o de disfrutar mucho más de los hobbies en casa es algo que también nos lleva a cambiar de hogar y de contar con más espacio.
  • Queremos viviendas nuevas porque deseamos espacios abiertos como jardines o terrazas. Solemos ligarlos a una calidad de vida y la verdad es que no es para menos. Aunque es verdad que usamos menos esos espacios durante los meses de invierno, eso se contrarresta fácilmente con lo que podemos disfrutar de ellos durante los meses de buen tiempo: primavera, verano y las primeras semanas del otoño.
  • La situación económica es otra de las razones por las que decidimos emprender una mudanza a una vivienda que entendemos que es mejor.
  • Cambiamos de casa por un simple tema de ubicación, porque ahora preferimos mucho más vivir a las afueras de las ciudades o los municipios que en el centro.

Esta es mi experiencia personal con la mudanza 

Os comentaré que mi caso es el de una persona que, como decía más arriba, decidió cambiar de vivienda durante la pandemia. El confinamiento terminó con mis ganas de seguir viviendo en mi antiguo piso y necesitaba algo mejor, algo que realmente me hiciera sentir cómodo en el hogar. Yo no teletrabajo, pero sí que necesitaba un cambio sobre todo por una de las razones que aparecían en el listado anterior: la que tiene que ver con los espacios abiertos. Pienso que eso siempre ha sido garante de calidad de vida y no quería quedarme sin disfrutar de esto.

Acometer una mudanza no era una tarea sencilla y yo lo sabía de antemano. Hay que invertir mucho tiempo en ella y lo primero es, como suele ser habitual, ir empaquetando todo lo que es de nuestra propiedad en cajas para su posterior traslado. Es una tarea que requiere tiempo y paciencia. Ni que decir tiene que estamos hablando de algo importante, en la que debemos ser lo más serios posibles porque ya sabéis que en las mudanzas se suelen perder muchas cosas y también se tiende a romper algunas. Es, sin duda, lo peor. Y hay que prepararse para evitar que esa situación se convierta en una realidad.

Hay algo que me resultó imprescindible para acometer una mudanza con la garantía de que no se iba a romper nada de lo que llevaba en las cajas durante el transporte: la cordelería para atarla y fijarla. Ya había tenido malas experiencias con esa cuestión y no quería fallar de nuevo. Como no tenía cuerdas en casa, lo que hice fue buscar por Internet para encontrar a alguien de confianza que me pudiera hacer un favor. Fue cuando descubrí a Cuerdas Valero, que disponía de una variedad muy interesante de cordelería (cuerdas elásticas, de sisal, de nylon, de cáñamo…) que me permitió estar un poco más tranquilo en relación a este tema.

El resultado fue espectacular, mucho mejor que el que me había imaginado. No sufrí ninguna incidencia y pude transportar todas mis cosas con la tranquilidad con la que deseaba hacerlo. Desde el mismo momento en que vi las cajas bien sujetas en el camión de mudanzas comprendí que no iba a existir ningún problema. Y es que, aunque pueda parecer una tontería, la sujeción que ofrece una cuerda es muy importante para evitar una caída con sus correspondientes consecuencias en el desplazamiento de objetos. Ya sabéis que hay muchos objetos de los que solemos transportar en una mudanza que se pueden romper (copas, platos, tuppers de cristal…) y que es necesario poner todos los medios de los que dispongamos para que no sea así.

La verdad es que la tranquilidad con la que podemos desarrollar una mudanza cambia cuando sabemos que no vamos a romper nada. Hay objetos que tienen mucho valor económico o incluso personal y que, si se rompen o se pierden en una mudanza, nos dejan un poso de tristeza del que es difícil recuperarse en muchas ocasiones. Este tipo de cosas, que son muy habituales, tienen solución y a veces puede ser tan simple como la que tomé yo: usar cuerdas para asegurar todos los materiales que van a ser transportados es una idea que va a marcar una diferencia sustancial en el resultado del transporte.

Si el viaje es largo, con más razón debes usar cuerdas 

Si la mudanza que tienes entre manos conlleva un desplazamiento entre ciudades que están alejadas, los riesgos de que parte de la mercancía se rompa o sufra algún daño se multiplican. Por tanto, es en ese tipo de viajes donde debemos regular nuestros esfuerzos en materia de sujeción de la carga. No podemos dejar nada al azar en este sentido porque el hecho de que varias cajas se encuentren en el interior de un camión durante muchas horas puede dar lugar a muchos incidentes y a muchas roturas. Cometer un error como el de no apostar por la sujeción muchas veces sale caro porque puede afectar por ejemplo a muebles que estemos transportando y que queramos tener también en nuestro nuevo hogar.

Ni que decir tiene que estamos hablando de un momento que es importante en nuestra vida. Una mudanza es clave en el desarrollo de un proyecto de vida y conviene que nada falle en ese preciso instante. Además, suele ser un momento en el que existen ciertos agobios porque probablemente tengamos un día límite para salir de la casa o piso en el que hemos estado viviendo y porque tengamos que haber sacado de él, para entonces, un montón de pertenencias. Desde luego, es una situación en la que hay que tener una tranquilidad y una organización. Sin esas dos cosas, se nos puede hacer muy cuesta arriba todo lo que implica una mudanza. Y, como estaréis pensando, eso no es lo más recomendable.

Sigue habiendo muchas mudanzas en España y es preciso que, si vosotros o vosotras sois personas que os encontráis entre ese grupo de población que está intentando encontrar un hogar mejor, pongáis todo lo necesario de vuestra parte para que no haya una sola opción de que pase algo que dañe vuestras pertenencias. Hay que estar pendientes de este tema y eso conlleva un esfuerzo, no lo vamos a negar, pero merece la pena. Y estamos seguros de que estaréis de acuerdo con esta percepción si ya habéis acometido en algún momento anterior alguna mudanza. Conviene tener siempre la cabeza bien amueblada cuando vayamos a emprender un proyecto como este.

 

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