La importancia de la implantología oral en la salud

La implantología oral es una rama de la odontología que se especializa en el diagnóstico, la planificación y la colocación de implantes dentales. Un implante dental es una estructura artificial, generalmente hecha de titanio o materiales biocompatibles, que se inserta en el hueso maxilar o mandibular para reemplazar una raíz dental perdida. Este procedimiento se lleva a cabo cuando un paciente ha perdido uno o más dientes debido a diversas razones, como caries graves, enfermedades periodontales, traumatismos o envejecimiento. La implantología busca restaurar tanto la función como la estética de la dentadura, proporcionando una solución duradera y efectiva para aquellos que han perdido dientes.

El procedimiento de implantología comienza con una evaluación exhaustiva del paciente, que incluye análisis radiográficos y en algunos casos tomografías para determinar la calidad y cantidad del hueso disponible en la zona donde se va a colocar el implante. Después de esta evaluación, se realiza la intervención quirúrgica para insertar el implante en el hueso, un proceso que, en la mayoría de los casos, se lleva a cabo con anestesia local. Posteriormente, se espera un período de integración, conocido como osteointegración, en el cual el implante se fusiona con el hueso natural del paciente. Una vez que el implante ha sanado completamente, se coloca una prótesis, como una corona, puente o dentadura, sobre él, restaurando la funcionalidad del diente perdido.

Los beneficios de la implantología oral son muchos, tanto desde el punto de vista funcional como estético. Uno de los principales beneficios es que los implantes dentales ofrecen una solución permanente a la pérdida de dientes. A diferencia de las prótesis removibles o los puentes dentales, los implantes no dependen de los dientes adyacentes para su soporte, lo que los hace más estables y funcionales. Esto mejora la masticación y la capacidad de hablar con mayor comodidad, ya que los implantes funcionan de manera similar a los dientes naturales, proporcionando una mordida firme y segura.

Desde un punto de vista estético, los implantes dentales se ven y funcionan como dientes naturales, lo que mejora la apariencia del paciente y su confianza al sonreír. Además, la colocación de un implante ayuda a preservar la estructura ósea del maxilar o la mandíbula. Cuando se pierde un diente y no se reemplaza, el hueso en la zona afectada comienza a atrofiarse y perder volumen con el tiempo, según nos explica el Dr. Jaime Clavero, quien asegura que esto puede llevar a un cambio en la forma de la cara o dificultades para colocar futuras prótesis. Al integrar el implante en el hueso, se previene la pérdida ósea y se mantiene la estructura facial.

Otro beneficio de la implantología es la mejora en la salud oral a largo plazo. Al evitar que los dientes adyacentes sean limados o afectados, como ocurre en los puentes dentales, la implantología preserva la salud de los dientes naturales. Además, los implantes son fáciles de cuidar. Aunque requieren una higiene adecuada, como cepillado y uso de hilo dental, su mantenimiento no es más complicado que el de los dientes naturales, y no requieren ningún cuidado especial o removible, lo que facilita su uso diario.

Además de los aspectos funcionales y estéticos, los implantes dentales también ofrecen un alto nivel de durabilidad. Con el cuidado adecuado, un implante dental puede durar varias décadas, y en muchos casos, toda la vida. Esto convierte a la implantología en una inversión a largo plazo para la salud oral del paciente.

¿Qué otras técnicas mejoran la salud de los pacientes?

Además de la implantología oral de la que ya os hemos hablado a lo largo del post, la realidad es que hoy en día hay otras técnicas y tratamientos en odontología que mejoran significativamente la salud y el bienestar de los pacientes. En este sentido, algunas de las técnicas más comunes que contribuyen a una mejor salud dental incluyen la ortodoncia, la periodoncia, las carillas dentales, etc.

La ortodoncia es una especialidad clave en odontología que corrige las malposiciones dentales y las irregularidades de la mandíbula, mejorando tanto la estética como la funcionalidad de la mordida. Con tratamientos de ortodoncia, como los brackets o alineadores invisibles, se puede alinear correctamente los dientes, lo que facilita la higiene y previene problemas dentales futuros, como el desgaste desigual de los dientes y los problemas de encías.

Por su parte, la periodoncia se centra en el cuidado de las encías y los tejidos que soportan los dientes. Los tratamientos periodontales, como el raspado y alisado radicular, ayudan a combatir enfermedades de las encías como la gingivitis y la periodontitis. Estas enfermedades, si no se tratan a tiempo, pueden causar la pérdida de dientes y afectar la salud general del paciente. El tratamiento periodontal mejora la salud bucal y reduce la inflamación y el riesgo de infección en la boca, contribuyendo a una mejor salud sistémica.

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