No hagas dieta por ti mismo, contrata un coaching nutricional

coaching nutricional

Cuando entramos en la decisión de conseguir un estilo de vida más saludable o de conseguir nuestro peso ideal, muchas personas prueban las llamadas “dietas milagro” que prometen resultados rápidos y casi sin esfuerzo. Esas dietas que se ven en internet o se escuchan por recomendaciones suelen prometer cambios enormes en muy poco tiempo, como perder varios kilos en una semana o “detoxificar” el cuerpo solo con zumos o comidas específicas.

Sin embargo, aunque parezcan una solución fácil y mágica, estas dietas rara vez funcionan a largo plazo y, en muchos casos, ponen en riesgo la salud de quienes las siguen. Además de no aportar los nutrientes necesarios, suelen ocasionar efectos secundarios indeseados e incluso pueden ser un desencadenante de problemas como el “efecto rebote”, donde se recupera el peso perdido con rapidez o incluso con kilos de más.

Frente a estos métodos peligrosos y, en muchos casos, desmotivadores, el coaching nutricional es algo a tener en cuenta como una alternativa segura, efectiva y totalmente personalizada.

Con la ayuda de un profesional que entiende cada caso de forma individual, es posible alcanzar objetivos de forma saludable de forma segura y real, y siempre manteniendo una buena relación con la comida y cuidando el bienestar en general.

 

Los peligros de las dietas milagro

Las dietas milagro son todas aquellas que prometen grandes resultados en un tiempo muy corto, normalmente a costa de una reducción drástica de calorías, la eliminación de grupos enteros de alimentos o el consumo de productos específicos (batidos, pastillas, etc.).

Algunas de las dietas milagro más populares incluyen:

  1. Dieta de la piña: Basada casi exclusivamente en el consumo de piña durante varios días. Aunque puede ayudar a perder peso en un corto plazo debido a su bajo contenido calórico, esta dieta carece de los nutrientes esenciales para el organismo.
  2. Dieta cetogénica sin supervisión: Aunque la dieta cetogénica tiene sus beneficios bajo supervisión profesional, muchas personas la siguen por cuenta propia, eliminando casi por completo los carbohidratos. Sin un seguimiento adecuado, esto puede llevar a un desequilibrio en el organismo, agotamiento, mareos, y problemas de salud más serios.
  3. Dieta del vinagre de manzana: Consiste en tomar vinagre de manzana antes de cada comida, creyendo que esto reduce el apetito y ayuda a quemar grasas. El abuso de este ingrediente puede irritar el sistema digestivo, desgastar el esmalte dental y causar molestias estomacales.
  4. Dieta del ayuno prolongado: Implica ayunar durante largos periodos, a veces durante días. Aunque el ayuno intermitente supervisado puede tener beneficios, el ayuno prolongado sin control es peligroso y puede causar fatiga, deshidratación, y hasta afectar el sistema inmunológico.

Cada una de estas dietas tiene sus propios riesgos y efectos secundarios, pero todas comparten un problema en común: ninguna de ellas está pensada para ser una solución a largo plazo ni para adaptarse a las necesidades individuales de cada persona.

Además, la mayoría de estas dietas pueden llevar al temido «efecto rebote», donde el peso perdido se recupera rápidamente, a menudo con kilos adicionales.

 

¿Qué puede suceder si haces dieta sin consultar a un profesional?

Cuando alguien emprende una dieta sin el asesoramiento adecuado, se expone a una serie de riesgos que pueden afectar tanto su salud física como emocional.

Algunos de los problemas más comunes incluyen:

-Las dietas que eliminan grupos de alimentos o se basan en un número muy limitado de ingredientes pueden provocar carencias de vitaminas y minerales esenciales. Esto puede llevar a problemas como la anemia, debilidad muscular, problemas óseos y dificultades en la concentración.

-Muchas dietas restrictivas no consideran la necesidad de mantener la masa muscular, lo cual puede resultar en pérdida de músculo en lugar de grasa, debilitando el cuerpo y ralentizando el metabolismo.

-La reducción excesiva de calorías y ciertos tipos de dietas, como las muy bajas en grasas, pueden afectar negativamente el equilibrio hormonal, especialmente en mujeres. Esto puede llevar a problemas como irregularidades menstruales, baja energía y cambios de humor.

-La obsesión por contar calorías o limitar alimentos puede derivar en desórdenes alimenticios como la ortorexia, anorexia o bulimia. Estos problemas de salud mental suelen surgir de una relación poco saludable con la comida, y pueden tener efectos duraderos en la autoestima y el bienestar emocional.

 

Razones para contratar un coaching nutricional

Ceny Diet, coaching nutricionales expertos en la creación de dietas especializadas, nos advierten que “el coaching nutricional no es para aquellos que buscan fórmulas mágicas, sino para los que quieren descubrir la magia que supone confiar en uno mismo”.

Un coach nutricional es un profesional capacitado que ofrece orientación personalizada, tomando en cuenta las necesidades, preferencias y objetivos específicos de cada persona. Aquí se presentan varias razones de por qué un coach nutricional puede marcar la diferencia:

-Un coach nutricional diseña un plan a medida, adaptado al estilo de vida, nivel de actividad, estado de salud y objetivos de la persona. Esto asegura que el plan no solo sea efectivo, sino también sostenible a largo plazo.

-Enseña a las personas a entender qué necesitan realmente sus cuerpos y cómo pueden alimentarse de forma equilibrada. Les enseñan a leer etiquetas, a entender la composición de los alimentos y a hacer elecciones saludables incluso fuera de casa.

-Ofrece apoyo y motivación para ayudar a mantener el compromiso, ajustar el plan si es necesario y celebrar cada pequeño logro.

-Permite evitar los efectos secundarios negativos de una dieta mal planificada. También detectar posibles deficiencias o necesidades especiales del organismo antes de que se conviertan en un problema, lo que reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con una mala alimentación.

-Utiliza metodologías respaldadas por investigaciones científicas. Esto garantiza que cada recomendación esté basada en información actual y fiable.

-Ayuda a la persona a ver la comida como una fuente de energía y bienestar, en lugar de como un enemigo o una fuente de ansiedad. Esto evita trastornos alimentarios y mejorar la salud.

 

Consejos para elegir un buen coach nutricional

No todos los coaches nutricionales ofrecen el mismo nivel de profesionalismo y experiencia. A la hora de elegir un coach, es recomendable tener en cuenta los siguientes aspectos:

-El coach debe contar con formación académica en nutrición o dietética. Además, debe tener certificaciones o cursos adicionales en coaching o asesoramiento nutricional.

-Debe tener experiencia. Un coach que ha trabajado con diferentes perfiles de clientes tendrá más conocimientos y herramientas para adaptar su método a las necesidades individuales.

-Debe saber escuchar, entender los objetivos de su cliente y brindar apoyo de una manera positiva y motivadora.

-Lee las opiniones de otros clientes, esto puede darte una idea de la efectividad del coach y de la experiencia general de trabajar con él o ella.

-Pregunta si el coach personaliza los planes o si utiliza un método único para todos sus clientes.

-Evita a los coaches que promuevan dietas extremas, restricciones excesivas o suplementos sin justificación adecuada. Puede hacerte daño en la salud.

-Pregunta si el coach sigue formándose y actualizándose en su campo. Los estudios avanzas, y mantenerse al día de todo los descubrimientos indica profesionalismo y dedicación.

-Debe explicarte claramente el proceso que seguirá, los objetivos realistas y alcanzables y cómo se evaluarán los progresos. Tener una idea clara de cómo se llevará a cabo el coaching te permitirá saber si el coach y sus métodos se alinean con tus expectativas.

 

Un compromiso a largo plazo

A diferencia de las dietas milagro, que ofrecen resultados rápidos y temporales, el coaching nutricional implica un compromiso a largo plazo con la salud y el bienestar. Este tipo de asesoramiento no busca simplemente que la persona baje de peso, sino que adopte hábitos sostenibles y saludables que le permitan mantener los resultados a lo largo del tiempo.

Cambiar la forma de alimentarse y mejorar el estilo de vida es un proceso que requiere paciencia y dedicación, y el coaching nutricional está diseñado precisamente para acompañar a la persona en cada etapa de este proceso.

Al final, los resultados son mucho más que un número en la báscula; se trata de una mejora en la calidad de vida, la energía, la autoestima y la relación con la comida.

 

¿Vas a hacer dieta?

Te sugiero que, si vas o están pensando en hacer dietas, te olvides de las dietas milagro.

Sé que es muy tentador, porque prometen bajar de peso rápidamente, pero la realidad es que pueden hacer más daño que bien. Estas dietas suelen ser muy restrictivas y poco equilibradas, lo que puede causar deficiencias nutricionales, afectar el metabolismo y provocar el famoso “efecto rebote” que te hace recuperar el peso (o incluso más) cuando vuelves a comer normal.

En lugar de buscar resultados rápidos, piensa un poco más en un cambio de hábitos que realmente puedas mantener a largo plazo. Una dieta buena para la salud no debería prohibir alimentos ni hacerte pasar hambre, debe adaptarse a tu estilo de vida, darte energía y ayudarte a sentirte mejor en general.

Con la ayuda de un profesional, puedes encontrar una forma de alimentarte que sea equilibrada y sostenible.

Así, no solo lograrás tus objetivos, sino que cuidarás tu salud en el proceso.

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