Lo que no sabías del Carnaval

Carnaval

Todos conocemos y hemos vivido el carnaval. Pero lo que hoy conocemos como carnaval es mucho más simpático que sus orígenes, los cuales son considerados históricamente ritos carnales de desenfreno e incluso para la invocación y culto de deidades antiguas.

Afortunadamente, a lo largo de la historia, el carnaval ha evolucionado y se ha adaptado a las diversas culturas y regiones del mundo, adquiriendo características y rituales propios de cada lugar, convirtiéndola en una festividad mucho más agradable que en la antigüedad.

 

Orígenes del carnaval en diferentes culturas:

Lo cierto es que, con el paso de los años, esta festividad se ha ido uniendo a distintas celebraciones parecidas de distintas épocas y culturas donde la gente se disfrazaba, festejeaba y hacían sacrificios. Aquí os explico algunas de las que se mezclaron con la celebración real:

 

-En la antigua Roma:

Se celebraban las Saturnales y Lupercalias:

Saturnales:

Las Saturnales eran unas de las festividades más antiguas y populares de Roma, celebradas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, entre el 17 y el 23 de diciembre. Durante las Saturnales, se realizaban diversos rituales y ceremonias que simbolizaban la inversión de roles sociales y la libertad temporal de las normas y restricciones habituales.

Durante las Saturnales, se permitía a los esclavos actuar como amos y viceversa, simbolizando la igualdad y la libertad temporal entre todas las clases sociales. También se organizaban grandes banquetes públicos y privados, donde la gente disfrutaba de comidas, bebidas y entretenimiento, incluyendo música, danzas y representaciones teatrales.

En ellas se realizaban también sacrificios y orgías. Aun en nuestros días, la RAE sigue manteniendo el significado de “Saturnal” como “orgía desenfrenada”.

Esta celebración se realizaba para celebrar el solsticio de invierno, por tanto, se decoraban las calles, las casas y los templos con luces y velas para iluminar la oscuridad del solsticio de invierno y celebrar la llegada de la luz y el renacimiento del sol.

Lupercalias:

Las Lupercalias eran festividades dedicadas a Lupercus, el dios de los pastores y los rebaños, celebradas el 15 de febrero. Las Lupercalias eran una mezcla de rituales de purificación, fertilidad y protección, asociados con la renovación de la naturaleza y la preparación para la llegada de la primavera.

En ellas, un grupo de sacerdotes conocidos como «lupercos» corrían por las calles de Roma golpeando a la gente con tiras de piel de cabra para purificar y proteger contra los males y las enfermedades.

También se realizaban sacrificios de animales, generalmente cabras y perros, en honor a Lupercus, y se llevaban a cabo rituales de purificación para limpiar y purificar la ciudad y sus habitantes.

Como era costumbre en la época, las Lupercalias eran también una celebración de la fertilidad y la reproducción, con rituales y ceremonias y orgías destinadas a promover la fecundidad, la salud y el bienestar de las personas, los animales y las cosechas.

 

-En la antigua Grecia:

En Grecia se celebraban las fiestas de las Dionisias, en honor al dios Dionisio, donde se realizaban procesiones, representaciones teatrales, danzas y ceremonias para conmemorar la fertilidad, la vendimia y la renovación de la naturaleza.

Las Dionisias eran festividades religiosas en la Antigua Grecia dedicadas a Dioniso, el dios del vino, la vegetación, el teatro y la fertilidad. Estas celebraciones eran muy populares y se llevaban a cabo en diferentes épocas del año en varias ciudades-estado griegas, siendo las más importantes las Grandes Dionisias celebradas en Atenas durante la primavera.

Una de las principales características de las Dionisias eran las representaciones teatrales y las competencias dramáticas. Se realizaban actuaciones de tragedias, comedias y dramas satíricos en grandes teatros al aire libre, donde los dramaturgos, actores y coros presentaban sus obras ante una audiencia numerosa.

También se organizaban procesiones y desfiles públicos en honor a Dioniso, donde los sacerdotes, los ciudadanos y los seguidores del dios marchaban con máscaras, disfraces y objetos simbólicos, llevando estatuas y efigies de Dioniso y otros dioses, realizando ofrendas, sacrificios y rituales en los templos y santuarios dedicados a Dioniso.

Se celebraban banquetes, fiestas y reuniones públicas y privadas donde los participantes compartían comida, vino y alegría, disfrutando de la música, la danza y el entretenimiento, en un ambiente de libertad, diversión y excesos, simbolizando la unión con Dioniso y la renovación espiritual y física.

También una celebración de la naturaleza, la fertilidad y el renacimiento de la vida, con rituales y ceremonias destinadas a promover la prosperidad, la abundancia y la renovación de la tierra, las cosechas y la vida en general, a través de la veneración y el culto a Dioniso como dios de la vegetación y la fecundidad.

Las Dionisias eran una ocasión para experimentar la liberación espiritual y el éxtasis místico a través de la música, la danza, el canto y la participación colectiva en rituales y ceremonias que permitían a los seguidores de Dioniso conectarse con el dios y alcanzar un estado de trance y unión mística con lo divino y lo sagrado.

 

-Las culturas precolombinas:

En América Latina, las civilizaciones precolombinas como los aztecas, mayas e incas realizaban festivales y rituales para celebrar la cosecha, la fertilidad de la tierra y los dioses de la naturaleza, con danzas, máscaras y ceremonias religiosas.

 

-La tradición cristiana:

Con la llegada del cristianismo, las festividades paganas del carnaval se adaptaron y se integraron a las celebraciones cristianas de la Cuaresma, marcando el período previo a la Semana Santa con fiestas, desfiles y banquetes antes del período de ayuno y penitencia.

 

¿La palabra carnaval significa “carne a Baal”?

Aunque debido a que el carnaval fue aceptado por la iglesia y tradujo ese nombre como una alusión al “adiós a la carne”, debido a que se celebrara justo antes de la Pascua. La palabra «carnaval» deriva de la expresión «carne para Baal», refiriéndose a un antiguo culto oscuro dedicado a Baal, una deidad adorada en tiempos antiguos por diversos pueblos como los babilonios, caldeos y filisteos en Asia Menor. Este culto se caracterizaba por realizar sacrificios humanos, especialmente de bebés, en honor a Baal y organizaba festividades desenfrenadas y rituales de todo tipo.

En el fondo, el propósito principal era ofrecer carne humana, ya sea mediante sacrificios o mediante la participación en las festividades, a esta deidad, descrita en la mitología como un ser poderoso y malévolo.

 

¿Quién era Baal?

Según las leyendas cananeas, Baal era hijo de El, el dios principal, y de Asera, la diosa del mar. Era considerado el dios más poderoso, superando a El, a quien se veía como débil y poco efectivo. Baal logró vencer a Yamm, el dios del mar, y a Mot, el dios de la muerte y el inframundo, en diversas batallas. Las compañeras de Baal eran Astoret, una diosa asociada a la fertilidad y las estrellas, y Anat, una diosa del amor y la guerra. Los cananeos adoraban a Baal como el dios del sol y de la tormenta, representándolo frecuentemente con un rayo, ya que derrotaba a sus enemigos y aseguraba buenas cosechas. También era visto como un dios de la fertilidad que garantizaba descendencia. La adoración a Baal estaba vinculada a la sensualidad y se realizaban prácticas de prostitución ritual en sus templos. En ocasiones, para apaciguar a Baal, se realizaban sacrificios humanos, especialmente el hijo primogénito de quien ofrecía el sacrificio. Los sacerdotes de Baal invocaban a su dios en rituales de desenfreno que incluían gritos eufóricos y autolesiones.

 

Cambio en el significado de la celebración

A pesar de sus orígenes, muchos defienden que nada tiene que ver ya los antiguos ritos y festividades con la celebración actual y es que el carnaval se ha convertido en una celebración divertida, simpática y muy alegre, donde el sentido del humor es el protagonista no ningún dios antiguo.

Ahora puedes divertirte y convertirte en cualquier personaje gracias a las tiendas de disfraces disponibles como La casa de los disfraces.

Así que celebrarlo o no celebrarlo, ahora es cosa tuya. En mi opinión, uno siempre debería ser fiel a sus principios y a su moral, independientemente de la religión que profese o la presión social.

¿Y tú qué opinas?

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